Un gato de calle que necesitaba una ayuda, y después de un tiempo que se rescató sería irreconocible en esta historia contada por Blassie
El estado físico de un gato cambió después que se le rescató de la calle y el tiempo hizo su magia volviéndole irreconocible. Una historia donde gatito estaba en condiciones desfavorables, pero como a todo ser vivo muchas veces las oportunidades llegan y son de personas de gran corazón y empatía.
HISTORIA DE UN CAMBIO
Blassie Ayalde, se percató de un gato que se encontraba solo en las calles de filipina, sin hogar y sin a quién recurrir, después de pasar por los terribles cambios ambientales de los huracanes que azotaban el país asiático. Era la cara gris de un gato lleno de barro y con mucha hambre y sed.
La joven mujer empezó acercarse al gatito que resulto ser una hembrita, Blassie sabía que no podía dejarle más tiempo abandonada, y decidió ayudarle.
“Estábamos inspeccionando la orilla del río, que estaba embarrada y cubierta de basura cuando la encontré allí junto a los árboles de bambú. Parecía que se ahogó en la inundación y quedó atrapada cerca de los árboles de bambú como toda la basura”.
Blassie Ayalde
Así fue, como encontraron al gatito entre los escombros que dejó el tifón a su alrededor. La joven comenta que la gatita se mostraba positiva debido a las condiciones en que se encontraba.
“Ella realmente hablaba y amaba las caricias. Comenzó a frotar su cuerpo y su cabeza sobre mí como si nos conociéramos desde hace años. Así es como supe: ‘Ah, este gato quiere que la ayude’”.
Blassie Ayalde
Debido a las complicaciones de transporte no pudo ser rescatada por lo que tenía planes de volver al siguiente día. Pero sin duda la gatita pedía ayuda y la necesitaba con urgencia.
“No pude dormir esa noche y seguí preocupándome por ella. Entonces, a la mañana siguiente, tomé una bolsa reutilizable y volví al lugar donde la encontré, esperando que todavía estuviera allí”.
Blassie Ayalde
La joven Blessie, encontró a la gata, muy débil y enferma, tan pronto como le vio se acercó y evidentemente sin energía alguna. Llevó a la gatita a su casa donde empezó a brindarle medicina y comida, y la inyección de vitamina. Donde cada día la gatita comenzó a tomar confianza y a mostrar signo de mejor motivación.
“Le encanta correr por la casa y saltar tanto que pensé que era un canguro. ¡Ella es súper habladora! Sus maullidos son consecutivos y no para. Incluso aprendió de mi otro gato cómo llamar nuestra atención, así que ahora siempre nos llama en voz alta”.
Blassie Ayalde
Blessie finalmente dijo:
“Recuerdo reírme mucho porque en realidad tengo otro gato que se parece exactamente a ella. Tienen el mismo pelaje y patrón. Mi familia a menudo los confunde entre sí por lo idénticos que se ven.
Blassie Ayalde
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