Según la versión, el perro encontró al bebé en un basurero por lo que no dudo en llamar la atención de los humanos.
El motociclista Junrrell Fuentes Revilla, de 36 años de edad, iba de camino en una mañana de nochebuena cuando un ver un perro callejero, empezó a ladrarle desesperadamente. Por lo que el motociclista se detuvo y el perrito le condujo a donde se encontraba el bebé, quién al escuchar los llantos supo la ubicación en medio de la basura.
El bebé estaba envuelto en una toalla, estaba llorando a chorros, con el cordón umbilical y la placenta todavía pegados, reportó Cebu Daily News.
El bebé fue llevado por Junrrell a un centro asistencial, para recibir atención por el personal médico que lo puso a salvo. Según la versión extraoficial, las autoridades de la ciudad de Cebú, inició una investigación y, también pidió a los residentes de la Sibonga, que proporcionarían la suficiente información para que ayudasen a encontrar a la madre de la criatura.
El Heroico Blacky
Pero a todo esto, lo que sorprendió a todos fue el heroico perro, quién no dudo en llamar la atención lo mejor que pudo, a la primera persona que se le cruzó en el camino. Tal noticia se esparció rápidamente por las localidades, y esto llegó a oídos de Hope For Strays, que localizó al canino y, descubrió que el cachorro es una de los 10 perros de un cuidador de animales de la localidad de Kuya Lindon.
El equipo de For Strays compartió que su organización funciona con recurso muy limitados, solo cuentan con una bicicleta para sus emprendimientos sociales. Sin embaro, el grupo de rescates no dudó en iniciar un evento para recaudar fondos para la familia de Blacky.
El equipo les regaló alimentos por un valor de 10,000 pesos filipinos (207 dólares estadounidenses), dos sacos de arroz, suministros para mascotas por un valor de 5,000 pesos filipinos.
Desde entonces, el perro Blacky y su familia han recibido un gran apoyo de la ciudad, incluidas donaciones de alimentos, suministros para mascotas y más. Si bien es posible que Blacky no lo sepa, ha cambiado el futuro para él, su familia y una niña muy afortunada. El peludo estuvo en el momento preciso y por instinto logró ayudar a una pequeña.
“Esto demuestra que la familia de Blacky lo compasiva y amable”, escribió el grupo de rescate. A “Kuya Lyndon se le aguaron los ojos y no podía expresar su agradecimiento. Esto nos recuerda a todos que los perros (…) también pueden salvar vidas”.
Junrrell Fuentes Revilla
Fuente: The Epoch Times en español y Fundación Leer Más…
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