Las despedidas son tristes, y muchas veces los gato saben cuándo su dueño también lo están en sus últimos días
El gato y su despedida inminente de su dueño. Antes de llegar al veterinario este se fue tomado de su brazo como despidiéndose y así sucedió. Una de tantas historias, después de años viviendo llenos alegrías y tristezas, llegan las despedidas.
EL ÚLTIMO ADIÓS
Una vez, Andrew Bernhard publicó en Internet una foto de su gato, que lleva el nombre de su dueño. El gato es bastante grande y han sido muy buenos amigos durante mucho tiempo. Esto se hace evidente después de que Andrey toma al gato de la mano y lo lleva al veterinario. Andrew era su hijo querido. Era un niño pequeño y muy bueno, un total consentido, el de camino al veterinario quería estar cerca todo el tiempo.
“Pero un día se debilitó tanto que no pudo continuar como antes. Según su padre, el pobre Andrés había estado enfermo durante un año, y Bernardo se enteró de que hacía ruido todos los días; cuando se fue, se dio cuenta de que ahora era el momento de que descansará”.
El sufrimiento agobiante del gatito ante el dolor que le causaba la enfermedad ya no le permitía ni dormir por las noches, era algo muy doloroso y triste para la familia que no soportaba verlo en tales condiciones.
Era el momento de despedirse y Andrew lo sabía muy bien, era una decisión difícil de tomar o era que su pequeño hijo descansara, o que sufriera por mucho tiempo más. Llevaba un año con la enfermedad los últimos meses agravó tanto, ya no era una opción de poder seguir a su lado y tenerlo significaba una tortura para él. Y por eso, sus dueños tomaron la decisión de dejarle descanasar al no soportar el sufrimeinto agónico del gatito.